- ¿Por qué no hablas claro ya de una vez? ¿Por qué no olvidas tus miedos y te atreves a decírselo?
- Porque, si te soy sincera, yo pienso que él no siente lo mismo por mí... algo sentirá, pero no se compara para nada a lo que siento yo por él. Lo que yo siento es tan inmenso que no puedo explicarlo con simples palabras, incluso creo que los hechos se me quedarían cortos. Siento que mi corazón da un vuelco cuando lo veo, que mi cabeza se obsesiona con un único pensamiento: él. Me siento tan mal cuando lo veo con otras. Querría desaparecer en esos momentos. Me encantaría poder ser yo la que le dijera esas cosas, cosas como un simple te quiero. Poder pasear agarrando su mano, tocarle el pelo, sonreir con su sonrisa, abrazarlo, besarlo cuando a mí me apeteciera sin tener que dar explicaciones a nadie. Olvidarme del mundo porque, teniéndolo cerca a él, no podría ser capaz de pensar en otra cosa. Es por eso por lo que no se lo digo, porque estoy casi segura, por no decir segura, de que él no siente nada de eso por mí.
- ¿Y cómo es que estás tan segura?
- Porque cuando una persona siente algo tan fuerte por otra, se nota. ¿O acaso vos no has notado lo que siento por él?
- Sí, desde el primer momento en el que te escuché hablarme de él, supe que estabas enamorada.
- Es por eso, precisamente. Yo no noto nada en sus palabras, ni en su mirada, cuando habla conmigo lo hace como con cualquier otra persona. Y, si no siente nada por mí ahora, ya es imposible que pueda llegar a sentirlo, ya que ese sentimiento nace desde el primer momento que mirás a esa persona, sabes que es él con el que quieres pasar el resto de tu vida. Lo eliges y no hay una razón prudente. Pero él... él no me ha elegido a mí.
28.12.10
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Camila